Un fin de semana redondo (pt II)
Lo peor de tocar en un grupo siempre es la recogida. Has acabado el concierto, estas satisfecho y exhausto y ya solo queda sentarse y relajarse un rato... ¡Mentira!
Pasa a través de la gente que está bailando al ritmo del Dj con un Twin Reverb a cuestas. Asegúrate de que no te has dejado ningún cable, que tienes todos los pedales, que no se olvida ningún teclado ni guitarra. Lo más complicado de recopilar son las cosas pequeñas, las púas por ejemplo tienen vida propia y una vez salen de tu bolsillo nunca vuelven a él. Yo creo que es por eso que llevan el dibujo de una tortuguita, lenta pero con seguridad al final la púa siempre se te escapa.
De todas maneras lo peor viene a la mañana siguiente en forma de agujetas en los gemelos y en los brazos, y es que tocar en directo debería convertirse en deporte olímpico para el 2012 (así vamos a Londres). En fin, tras levantarse "agujeteado" uno come rápidamente y se monta en la furgo para iniciar el camino hacia su próximo destino: Zamora, allí donde la cecina crece alta y hermosa (así rezaba el cartel de la entrada).
Bromas a parte, el camino desde Madrid se hace bien corto, llegamos a la Sala Berlín donde nos trataron como auténticos reyes. Es una sala muy pequeñita, con un escenario reducido y una PA de lo más estrafalaria. Eso si, tenía una pared repleta de maravillosos discos, sino que se lo pregunten a nuestra bajista Irene que se pasó toda la prueba de sonido charlando con Boris, el jefe de todo aquello, sobre las maravillas discográficas que éste albergaba en su garito. Irrepetible.
Nada más acabar la prueba de sonido catamos rápidamente lo que es el frío local de camino a nuestro rápido recorrido gastronómico en el que probamos una cecina maravillosa y un jamón de lo más rico, ideal para matar esas agujetas del día anterior y tener la dosis necesaria de proteínas para el concierto de la noche.
Otra de las cosas chulas de Zamora es que tienen mucho que ver con los alemanes en lo que a puntualidad se refiere. El concierto estaba anunciado a las 22.00 y empezamos sin retraso alguno, algo insólito en éste país.
La verdad es que salió muy bien el concierto, la sala estaba a tope y la gente respondió de maravilla con las canciones. Era como si todo el público del Sol se hubiera acercado a Zamora un día después a vernos de nuevo, porque la respuesta fue buenísima. De hecho nos pidieron un bis tan insistentemente que no tuvimos más remedio que volver a salir. La verdad es que disfrutamos mogollón en Zamora, y encima nos trataron genial.
La pena fue no poder quedarnos a hacer noche allí. Después del concierto volvimos a Madrid y enganchamos una niebla en la carretera bien curiosa, fue toda una aventura. Underwater bajo la niebla.
¡Feliz Navidad!
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Fotos: David Castañón
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Próximos eventos:
3 de Enero de 2007: Sala Galileo Galilei en Madrid (con Havalina Blu y Melusa)
19 de Enero de 2007: Sala Pícaro en Toledo
20 de Enero de 2007: La Lata de Bombillas en Zaragoza
Labels: Sala Berlín, Underwater Tea Party, Zamora.